martes, 8 de mayo de 2007

Soya, el alimento milagroso


La primera información que se tiene sobre la soya, como alimento, data de más de 2000 años antes de Cristo. Los chinos la cultivaban desde entonces y en su cultura es considerada uno de los cinco cereales sagrados, junto con el arroz, el trigo, la cebada y el millo. Pero la soya sólo pasó a Japón en el siglo VI y a Europa en el XVII. Sin embargo, su extraordinario valor nutritivo solamente fue descubierto en el siglo XX. Los Estados Unidos iniciaron sus cultivos de soya a principios del siglo XIX, y hoy día producen la tercera parte del consumo mundial.

Existen muchas variedades de esta leguminosa, con granos que tienen desde el tamaño de una lenteja hasta el de una cereza. Como su sabor es suave y simple, las culturas occidentales no se interesaron en cultivarla hasta que comprobaron su importancia como nutriente. Tiene un alto contenido de aceite, es baja en carbohidratos, a diferencia de las otras leguminosas, y rica en proteínas.

Se ha descubierto que contiene, además de vitaminas y minerales, sustancias especiales llamadas phitoquémicals, capaces de prevenir algunas enfermedades degenerativas.

Debido al bajo costo de su cultivo, la soya se usa para preparar gran variedad de alimentos como el tofú, el natto y el miso, platos que comen chinos y japoneses desde pequeños. La salsa de soya es uno de los ingredientes básicos en las comidas asiáticas. También se preparan leche, queso y algunos sustitutos de la carne. La semilla básica, después de remojada, se usa para hacer sopas y coladas. Otros productos son las margarinas y los aceites. En la industria, la soya sirve para fabricar jabones y plásticos.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha promovido el uso de la soya como nutriente primordial en la alimentación de las familias.

También se han llevado a cabo campañas que buscan enseñar a sacarle el mejor partido a la soya, a través de diferentes preparaciones, comenzando con el frijol de soya sin procesar, para la elaboración de leche y queso.

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